<$BlogRSDURL$>
Mi Hastío
sábado, enero 24, 2004
 
Ya se acaba
Mañana toca el último examen. La verdad es que estoy hasta los mismísimos. A veces me pregunto para qué narices sirve estudiar y, más aún, para qué narices sirve aprender.

El conocimiento y el análisis siempre me han traido infelicidades. Aún las mantego. Benavente tenía razón. Ahora he podido camuflarme entre la plebe; puedo disimular que conozco las respuestas relativas... puedo ser uno de ellos.

La vida, la muerte... ¿qué más da? La verdad es que no es que pueda disimular mi condición de ser pensante, sino que he aprendido a aceptar las condiciones pensantes de los demás, fueran las que fueran. Eso hace que en ciertos círculos pueda ser sociable; en otros círculos nunca lo podré ser.

Con el aprendizaje lo único que estoy haciendo es darle alas al sistema, aceptar como únicas verdades las que me enseñan. Si ejerzo alguna vez de lo que estudio, daré continuidad al mismo, porque no sabré hacerlo de otra manera. Y me llamo rebelde... cuando es precisamente esta rebeldía la que alimenta el "otro lado"; soy rebelde porque el sistema me necesita y porque quiere que lo sea... me jode saber que no ha sido una decisión personal. No soy el elegido, ni tan sólo una "anomalía del sistema", sino que soy parte de ese mismo sistema del que tanto dudo y cuestiono.

Pero al menos sé, por un lado, que no existe tal lucha; y, por el otro, que veo bien quién es el lobo feroz y veo bien que no existen caperucitas. Y lo único que puedo hacer es describirlo. Ni puedo escapar a sus garras, ni hay alternativa para hacerlo; al final nos come, pero sólo hay una diferencia: el que sabe que es comido y el que no lo sabe.

Estoy pensando no presentarme mañana. ¿Quién sabe? Ya lo pensaré -o no- y ya lo escribiré -o no.

Y mientras, soñad que creais un mundo a vuestra imagen y semejanza. El sueño es lo único que nos pertenece, el único momento de libertad real. Ah!! Que si no lo digo, exploto: Freud, en el campo de los sueños, se equivoca!!! ;p

Buenas noches, mortales.
domingo, enero 18, 2004
 
Otro domingo más
Los domingos son muy aburridos, o algo así decía una canción de Los Nikis. Supongo que es cierto. Mi cabeza no le ha dado muchas vueltas a mis temas. Tengo ganas de hacer muchas cosas, artísticas todas, pero en el momento de la verdad es como si me aburriera, como si tuviera que hacer otras cosas más interesantes. Al menos tengo intereses en algo, tengo deseos de hacer y rehacer, de crear y destruir, de modificar y dejar igual; pero interés. O con eso me quedo, consuelo de vagos, si no hay resultados finales.

Y casi empieza una nueva semana; una semana de estudio y de quejas y negociaciones. Pero sólo será esta semana, solo una. ¿Y después? Supongo que otra y otra y otra más. Dejo todas mis "ganas de" para después de los exámenes. Tengo tantas ganas de hacer ciertas cosas, algunas dependen de mí, otras no. Eso me preocupa, la realidad me preocupa, siempre me ha preocupado. Los deseos están bien como deseos, en el momento en que hace su aparición estelar la realidad, ya dejan de serlo. La realidad. Tan real como la imaginación, y tan cruel o más que ésta.

Cenaré... últimamente cocino demasiado los domigos en casa. A ver si estaré sentando demasiado la cabeza y me estaré convirtiendo en amo de casa.... ¡Noooooooooooooooooooo!
 
Examen no muy bueno
Podría estar hablando del examen de hoy, pero no pienso ni meditar esa posibilidad. Ahora bien, probablemente ese examen habrá configurado mis biorritmos para el resto del día, jejeje.

He ido al bar a intentar tomarme una cerveza, pero no me la han servido. Para casa. Vuelvo a sentirme solo. Tenía esperanzas de que cierta gente me hiciera compañía o se acordara. Pero he vuelto a comprobar que no. Estoy solo en este mundo, muchacho! Y vales menos que 25 céntimos en un mensaje o en un e-mail. ¿Qué es lo que no daré? Probablemente interés.

No intereso.

Y lo sé.
viernes, enero 09, 2004
 
Pre-día
Mañana por fin el maldito examen, así que hoy sólo existe en cuanto que existe mañana. Me voy a estudiar un poco.
martes, enero 06, 2004
 
Vuelve la normalidad
Probablemente el día de hoy ha estado más en vistas a lo que será el día de mañana, que se me habrán olvidado numerosas cosas que podía o no podía hacer hoy. Y es que mañana de vuelta a la vida normal, a los días de trabajo, a los estudios... y espero que de nuevo a la vida, después de estos pequeños accidentes alcoholíferos. No ha estado mal el día, y probablemente aún faltará bastante por disfrutar. De lo mejor que he hecho hoy ha sido leer Otoño, un cuento que más que cuento parece una biografía. Un cuento de zorras astutas y topos oscuros. Fantástico. Por un momento vi a Neil Gaiman como autor, aunque su creador está mucho más cerca de mí.

Hoy, día de reyes para muchos, es un último día; y también puede ser el primero de muchos otros días más. Así espero. Ahora sólo falta dejarse llevar por la misma vida; preparar exámenes; disfrutar, disfrutar y disfrutar... y desear que se sucedan lo que deseo que suceda. Simplemente eso.
lunes, enero 05, 2004
 
Otra vez
De nuevo hoy es día de resaca. Y aún estoy pensando lo de anoche, que no sé si fue un acto de "buena personería" o una tremenda gilipollez. Salí con un conocido que resultó que no tenía techo donde dormir. Las cosas fueron avanzando y encontramos a un vasco que estaba igual. Me los traje a los dos a casa. Una única noche. Se han portado fenomenal, la verdad.

Lo único negativo es la pequeña depresión que me produce el alcohol. Veo que, después del viaje a Sevilla, todo parece ser igual que antes; aunque no es así. Tendría que sentirme realmente feliz por haber disfrutado... curiosamente ahora mismo, seguramente producido por ese alcohol, me importa más el no estar disfrutando. ¡Qué fácil que es todo! ¡Y qué difícil hago que lo parezca!

Pero tengo que cuidarme, he dado mi palabra. Así que de nuevo queda prohibido ir al bar, beber solo y esas cosas. Ahora necesito sólo un poco de tiempo, para recuperarme y ser el mismo de siempre, ser aquel personaje feliz y eufórico de la vida que fui.
sábado, enero 03, 2004
 
Aburrimientos de sábado tarde
Un sábado más... un sábado medio aburrido medio deseoso. La guitarra no permite tocar buenos acordes, aunque mi cabeza tiene buenas letras; habrá que esperar a mañana o a otro sábado más. Christian Death en la cadena, El conde de Montecristo en la televisión, la guitarra tumbada en el sofá, el cigarrillo consumiéndose en el cenicero, el café enfriandose en la taza de Epi y Blas... ¡Todo es tan perfecto! ¡Y tan imperfecto! Falta aquello que daría esa ansiada perfección y que sin su presencia todo carece de sentido.

Pero mientras llega la pureza, seguiré soñando que espero, que ansio el día en que estalle de una vez por todas mi corazón. Continuaré con mi obra, la Obra. Y lo haré con una sonrisa en los labios, siempre con la sonrisa en los labios, aunque muchos no sepan verla. No hace mucho que sonrío, así que ha de recuperar el tiempo perdido u olvidado, mejor.

Un sábado más... el sábado de siempre; igual a los pasados pero totalmente diferente al mismo tiempo. En mi cabeza, en mi corazón y en mi polla tengo una chispa que arde, que me dice que soy querido, que me dice, en definitiva, que estoy vivo. Es lo más hermoso que podría sentir, es lo más hermoso que puede sentir el ser humano.

Y seguiré ahora con Diamanda Galás, hay que alegrar un poco más la tarde. Y espero seguir tendiendo letras en mi cabeza, aunque mi guitarra no me dé esos acordes que necesito y que tanto deseo escuchar.
 
Nuevo año... nueva vida
Me da la impresión que ya se acabaron las vacaciones de Navidad. Aunque eso no signifique que se acabe lo que han representado estas fechas para mí. Estuve en Sevilla, disfrutando, gozando, sintiéndo, aprendiendo...

Sucedió alguna cosa triste, algo realmente difícil de entender, pero acabé pringado de cerveza. Aún así, esto no es lo importante; la gracia de estos días es haber conocido a una persona maravillosa, que ha obrado en mí mil maravillas. He aprehendido mucho con ella... Y no sé cómo seguiremos ni cómo nos mantendremos ni nada así; lo que sí sé es que lo tengo metido en la cabeza, en el corazón y en la polla. En todo mí se produce un cambio, una alegría vital realmente muy importante... He vuelto a ser feliz; he vuelto a sentir todo aquello que es indescriptible por complicado o por no entendible. Así que no intentaré nunca describir lo que no puedo; simplemente sentirlo y desear que quien lea todo esto se haya sentido o se sienta igual.

Ahora... a esperar el futuro. Sólo eso. A esperar que el destino nos vuelva a unir.

Powered by Blogger